La Sociedad Stella Alpina nació en 1953 en San Justo. Un entusiasta grupo de inmigrantes italianos, con el objetivo de compartir costumbres, fiestas y sentirse “un poco más cerca de Italia”, fundó la sociedad. Desde entonces, se ha transformado en un ícono del barrio.
Al igual que como sucedió en varias de las sociedades italianas y clubes que se fundaron a lo largo del siglo XX, hoy el Stella Alpina es no solo un punto de encuentro para los italianos y sus descendientes, es un centro álgido de la vida social de San Justo.
Una reunión que dio nacimiento al Stella Alpina
Hay un personaje clave en la historia de la Asociación Stella Alpina. Se trata de Antonio Podestá. Inmigrante italiano, Antonio llegó al barrio de San Justo, en la localidad de La Matanza, y allí comenzó a reunirse con otros paisanos italianos. Todos ellos tenían la idea de constituir un lugar que los albergara y donde pudieran compartir sus costumbres italianas.
Fue así que el 28 de agosto de 1953 se organiza la primera reunión para cambiar ideas al respecto.
Tras el fervor y el entusiasmo de la primera reunión se llevó a cabo una segunda, esta vez en la casa de Antonio. Allí concurrieron 23 personas y redactaron la primera acta de la sociedad en formación. Poco después, el 4 de octubre, se aprobó el primer estatuto y el 30 de octubre se compraron dos lotes en la calle Rivera Indarte.
Los fundadores prestaron dinero y emplearon su tiempo libre para levantar la sede. El 14 de noviembre se colocó la piedra fundamental y se bautizó a la asociación como “Sociedad Italiana Recreativa y Cultural Stella Alpina”. El Padre José Fco. Marcón, a su vez socio fundador, fue el encargado de bendecir el lugar.
La ceremonia contó con la presencia del Cónsul de Morón Sr. Pietro Sala y así comenzó a forjarse la historia de un lugar de encuentro que se transformó en “un pedacito de aquella lejana Italia”.
Rápidamente comenzaron los trabajos de los cimientos y en la reunión del 10 de enero de l954 se eligió como primer Presidente de Stella Alpina, al Sr. Juan Rolle.
Una sociedad abierta al barrio
Al principio la Sociedad Stella Alpina se pensó como un punto de encuentro para inmigrantes italianos y sus familias (sin distinción de regiones. A diferencia de otras sociedades identificadas con un lugar particular, el Stella Alpina fue fundado por inmigrantes de distintos puntos de Italia). Sin embargo, poco a poco se fueron acercando los vecinos del barrio, no necesariamente italianos, y la unión fue sumando actividades para todos aquellos que quisieran participar.
Hoy en día quienes asisten al Stella Alpina pueden practicar desde patín artístico hasta zumba. También hay clases de italiano y un coro que nació pocos años después de la fundación del club, en 1956 y que originalmente se llamaba “Coro del Centro Católico Italiano”. El mismo estaba conformado en sus orígenes por una cantidad de inmigrantes italianos, que encontraron en el “cantar” un bálsamo a sus pesares.
El club posee también dos amplios salones que se pueden alquilar para distintos eventos y que, por supuesto, se utilizan para llevar a cabo distintas celebraciones típicas italianas y festejar el cumpleaños de la sociedad.
“Estoy orgulloso de haber sido presidente de la Asociación Stella Alpina”
Ariel Petrungaro llegó casi por casualidad al Stella Alpina y desde entonces guarda un profundo respeto por la sociedad. Hijo de padre italiano, Ariel fue presidente de la institución pero por cuestiones personales dio un paso al costado. Sin embargo, sigue ligado a la unión como socio activo.
“Mis abuelos eran de Calabria, y yo me crié con ellos. Mamé toda esa cultura italiana desde muy chico. Además, iba a un colegio donde casi el 80% de mis compañeros era descendiente de italianos. Todo eso hizo que naciera en mi una gran conexión con Italia”, cuenta Ariel.
“A diferencia de lo que pasa en otros lugares, cuando mis abuelos murieron, las costumbres italianas se acrecentaron en la familia. La conexión se hizo más fuerte y cuando él cumplió 70 años, pensamos en hacer un gran festejo ligado a Italia. Así fue que llegué al Stella Alpina y comenzó todo“, explica.
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