Mamá Antula es la primer Santa Argentina y con ello llegaron diversos eventos históricos ya que, fue canonizada por el Papa Francisco. Su canonización fue el pasado domingo 11 de Febrero y estuvieron presentes diferentes autoridades argentinas en entre ellas el mismo Presidente de la nación. En esta nota vamos a repasar la vida de Santa Mamá Antula y su canonización.
Una nueva Santa para la Iglesia Católica
Para toda la colectividad italiana este evento fue muy importante ya que una de las cosas que unen a Argentina e Italia es la religión. Recordemos que Francisco es hijo de inmigrantes italianos y hoy le toca presidir el Vaticano canonizando a una primer mujer Argentina como Santa.
Con el Papa Francisco no solo son compatriotas, sino porque Mama Antula es una de las figuras más veneradas por los jesuitas, la orden religiosa a la que pertenece Jorge Bergoglio.
Fue ella quien mantuvo las tradiciones jesuitas vivas en la región luego de que la orden fuera desterrada por el rey de España.
Repasemos su vida personal
Mama Antula nació en Santiago del Estero, una provincia pobre en el norte de Argentina, en 1730, y desde muy joven decidió rebelarse contra los mandatos patriarcales que recaían sobre las mujeres de su clase social, negándose a casarse o convertirse en monja. En vez de ello, se hizo beata, como llamaban en la época a las laicas consagradas cristianas. A los 15 años, empezó a acompañar a los jesuitas de la Compañía de Jesús en su tarea de evangelizar a los pueblos originarios, desafiando las reglas de la época que no permitían a las jóvenes viajar en compañía de hombres. Gracias a la educación que recibió de los jesuitas aprendió a leer y escribir –según sus biógrafas, “fue la primera escritora rioplatense”. También aprendió quechua (o quichua, como le dicen en el norte argentino), el idioma de los nativos.
Su historia como una mujer con humildad
A pesar de que nació en una familia noble, Mama Antula pasó la mayor parte de su vida peregrinando, descalza, evangelizando y pidiendo limosna para fundar “casas de ejercicios”.
Estos lugares son de retiro donde los jesuitas realizan los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola que consisten en oraciones, meditaciones y otras prácticas contemplativas.
Su obra más destacada fue la construcción de la Santa Casa de Ejercicios en la ciudad de Buenos Aires, que logró levantar enteramente con donaciones. Fue habilitada en 1799, año en el falleció, y aún se sigue utilizando, al día de hoy, para realizar retiros espirituales.
Su obra perdura hasta hoy
María Antonia de Paz y Figueroa pasó de ser una figura vilipendiada a convertirse en una persona de consulta para la alta sociedad y la dirigencia colonial. Incluso tuvo influencia en algunos de los próceres que luego lograrían la independencia de Argentina.
Curiosamente, Mama Antula también cumpliría otro rol importante en la vida espiritual de los argentinos. Ya que, fue quien introdujo al país el culto a San Cayetano, Patrono del pan y del trabajo, que hoy sigue siendo venerado por miles de fieles que todos los años peregrinan para rezarle.
Mamá Antula es la primer Santa Argentina y con ello se forja un nuevo dato histórico que involucra a Italia, Argentina y el Vaticano.
