Hablamos con Maxi Manzo, uno de los ideólogos del proyecto Pizza e Tarantella que nos invita a viajar Italia, de la mano de la música… ¡y la comida!
Un amor por Italia que crece día a día
Desde muy chico Maxi vivió y disfrutó la italianidad. Entre canzonette y dulces típicos, su amor por Italia fue creciendo y alrededor de los 20 años hizo un click y se metió de lleno.
“En ese momento vino de visita una tía de Italia, la hermana de mi abuela, que se había quedado en el Abruzzo. Recuerdo que se organizó una gran fiesta y mientras veía a mis abuelos, tíos y tías cantando, tocando el acordeón y disfrutando, nació en mí la inquietud por cantar en italiano. Me sumé, comencé a estudiar y me fui metiendo de lleno en la vida de las asociaciones, primero en Mar del Plata y luego en Buenos Aires.
¿Cómo surgió la idea de “Pizza e Tarantella”?
“Pizza e Tarantella surgió como una necesidad de volver a hacer música después de la pandemia. Junto a Cristian [Provenzano], que es un amigo y colega músico con quien nos conocemos desde hace tiempo, tuvimos la idea y juntos le dimos forma.
Así fue que organizamos un proyecto en el que visitamos lugares gastronómicos donde no solo hay gente de origen italiano, sino también turistas de otras partes y gente de Buenos Aires. La idea es que, mientras degustan sus platos, los llevemos por un viaje interregional a través de las canciones y la música italiana. Tocamos temas populares y algunos clásicos”.
“La tercera pata de Pizza e Tarantella es la Scuola Pizzaioli. Su presidente, Juan Pablo Padrevita, un empresario nieto de napolitanos, nos abrió las puertas de sus comercios y escuela para llevar adelante el proyecto. Así que arrancamos por ahí, pero la idea es que se sumen otros lugares y que cada vez más personas puedan disfrutar de esta experiencia.
Es un show espontáneo, que se hace en la vereda, rescatando un poco el espíritu de los pueblos italianos, pero en Buenos Aires. Es un viaje rápido, pero intenso”.
¿De dónde viene el amor por la música italiana?
“Lo llevo en la sangre, está en mi ADN. Mi abuelo toca el acordeón, la verdulera; mi abuela cantaba y mi otro abuelo acompañaba chiflando y cantando. Ellos me hicieron escuchar la música de su pueblo en cada fiesta. Desde mi primer año, mi bautismo, la comunión, Navidad y año nuevo. La italianidad t las costumbres italianas estuvieron siempre.
Mi familia es muy musical, y mis padres siguieron ese legado que luego me transmitieron a mí, a través de una vida muy ligada a las asociaciones. Eso fue algo muy importante, casi fundamental te diría, para que hoy siga ese camino. El haberme acercado a las asociaciones me transformó en un dirigente de la colectividad y desde ahí siempre traté de transmitir la pasión por la cultura de la música italiana y popular“.
De Mar del Plata a Buenos Aires: una vida dedicada a difundir la cultura italiana
Ya sea a través de la música, o desde la política y la vida asociativa, Maxi vive su italianidad con un compromiso admirable.
Sus primeros pasos como dirigente los dio en Mar del Plata, y luego en Buenos Aires, donde vive desde hace siete años, cuando vino para participar del “Buenos Aires celebra Italia” y quedó enamorado de la ciudad.
“Me impactó desde el primer momento, por todo el nivel cultural que tiene. Así que dos años después de eso, en 2014, y gracias a muchos amigos de la colectividad, pude venir a vivir acá. Actualmente trabajo en el Gobierno de la Ciudad, en la Dirección General de Colectividades y en estos últimos años tuve la suerte de organizar infinidad de eventos vinculados a Italia y a las colectividades. Este año por ejemplo me tocó conducir el evento Buenos Aires celebra Italia en formato digital“, cuenta Maxi.
En cuanto a la música, Maxi inició su carrera con el dúo Fratelli Manzo, junto a su hermano. “Él tocaba la verdulera del nonno y yo cantaba y tocaba la guitarra. Empezamos en Mar del Plata, reversionando canciones de nuestras regiones y cuando llegó el Buenos Aires celebra Italia empezó a crecer mi carrera. Ahí me sumé al grupo Madonna Nera y luego llevé adelante el proyecto Maxi Manzo y los Picantes. Ahora estoy con el proyecto Pizza e Tarantella y en paralelo desarrollando mi carrera solista“, agrega Manzo.
Por el momento “Pizza e Tarantella” cuenta con un circuito de 4 espacios gastronómicos, ¿piensan ampliarlo más adelante?
“Sí, la idea es ampliarlo a otros comercios gastronómicos que se quieran sumar. Queremos ofrecerles un show italiano dinámico e intenso, en la calle o en el espacio que nos asignen, y que toda la gente pueda viajar por un rato a Italia. Nos gusta pensar que, a través de los sentidos del oído y el gusto, uno se puede transportar hasta Italia, sea o no italiano, que todos puedan vivir esta experiencia”.
¿Tenés otros proyectos pensados para este año?
“En cuanto a Pizza e Tarantella, la idea es sumar nuevos lugares. Después, tanto Cristian como yo tenemos nuestros propios proyectos musicales. Cristian es uno de los acordeonistas con más fuerza dentro de la colectividad, tiene una gran trayectoria así que para mí es un orgullo compartir este espacio con él, porque nos entendemos muy bien y hay una linda energía, fresca, joven y dinámica.
A nivel personal, estoy trabajando en un proyecto muy grande que tiene que ver justamente con mis raíces italianas. Estoy trabajando en la realización de un disco que va a ser estrenado este año. Es algo muy importante para mi carrera porque tiene el objetivo de contar un poco este amor que siento por mis raíces italianas, a través de la música y otras disciplinas artísticas”.
Dónde y cuándo disfrutar de Pizza e Tarantella
Los ciclos se realizan los jueves por la noche, en Cincinnati Pizza (Esmeralda 924) y en Nuvola Capodimonte (Larrazábal 206). ¡Ideal para disfrutar de estas noches de verano con música italiana y pizza!
¡Qué bueno! Muy linda iniciativa 👏
Bravissimo, @Maxi Manzo! 🇮🇹