En esta nota, disfrutaremos de una entrevista al joven bonaerense Ezequiel “Cheche” Bacchetto, docente del Instituto Gato Dumas de Buenos Aires y creador de la sfogliatella semifreddo. Personalmente, les cuento que Cheche es el segundo hijo de José Bacchetto, primo hermano de mi mamá, por lo tanto, toca algo más el corazón. Esperemos que disfruten de su historia, relacionada con Italia y con su tan amada gastronomía.
¿Cuál es tu vínculo con Italia?
“Mis abuelos paternos eran de Italia, mi abuelo Mario de Venecia, y mi abuela Ana de Génova“.
¿Qué tradiciones (comidas, música, frases, costumbres) recordás de tu infancia, Cheche? ¿Alguna tradición la seguís manteniendo hoy en día?
“Tengo muchos recuerdos de mi infancia en la casa de mis abuelos. Familia bien italiana, muchos tíos, muchos primos, mesa larga, aroma a tuco y a pan caliente. Mi abuela, siempre la encargada de hacer la pasta del domingo (los mejores siempre fueron los canelones, que no solo hacía para comer en el momento, si no que le armaba una vianda a cada familia). Las uvas del patio con las que mi abuelo hacía el vino patero, los pájaros y los conejos, infaltables… El postre clásico de los domingos, postre borracho, tan simple, pero tan rico“.
“Con el pasar del tiempo algunas tradiciones se fueron perdiendo. Pero, si hay algo que no perdemos en la familia es que, cuando nos podemos juntar, (cada vez se hace más difícil cuando todos nos hacemos grandes y tenemos responsabilidades) hay comida de todo tipo, vino, y risas, ah, ¡y no nos olvidemos de hablar a los gritos!”.
¿Viajaste a Italia?
“Tuve la suerte de viajar en 2012, con mi hermano mayor y tres de mis primos. Fuimos en modo turistas y a conocer las raíces, a conocer familiares que vimos alguna vez de chicos. Tuvimos la suerte de que en Venecia nos hospedara la hermana de mi abuelo, la tía Anna. Fue una experiencia increíble, desde la hospitalidad hasta los mínimos detalles. Recuerdo que llegamos súper cansados de manejar varios kilómetros, nos esperó con los brazos abiertos y una sonrisa enorme. Ahí también estaban sus hijas, sus yernos, sus nietas y bisnietas, era como sentirse en casa. Nos preparó un cuarto para los 3 varones y un cuarto para las 2 mujeres”.
“Llegó la cena y ahí estaba, un hermoso banquete de delicias italianas, pero lo que más me gustó fue la fuente de pasta representando la bandera italiana, ¡con salsa pomodoro, salsa blanca y pesto! Me pareció un gesto hermoso. Y puedo seguir con recuerdos por un largo rato como, por ejemplo, que teníamos la vianda lista a la mañana para irnos a pasear y, cuando volvimos, nuestra ropa estaba lavada, seca y planchada sobre cada cama. ¡Fue un viaje soñado!
Cheche, ¿en qué ves conexión entre Italia y tu profesión?
“Italia fue una gran influencia en mi carrera, los sabores y los perfumes de la gastronomía en casa de mis abuelos siempre me llamaron la atención. A los 19 años decidí estudiar gastronomía, tan solo pensando que sería un hobby, para tener un poco más de conocimiento para llevarlos a casa. Pero me enamoró y hoy, después de casi 15 años en la gastronomía, puedo decir que es mi gran amor. Recuerdo que cuando estudiaba, tuve que rendir mi tesis final que consistía en armar un restaurante con un país y una temporada del año por medio de un sorteo, y no sé si fue el destino o qué, pero me tocó Italia en invierno“.
Su creación, la sfogliatella semifreddo
“Recuerdo que mi restaurante se llamaba “in brodo”, y el examen consistía en la cena de Navidad, repleta de panetones, turrones, y muchas cosas dulces. Yo decidí armar el postre, y quise reversionar uno de los postres preferidos de mi abuelo. O, mejor dicho, de algo que siempre me habló y nunca pudimos compartir: “la sfogliatella”, una factura italiana. Y ahí es cómo creé una sfogliatella semifreddo, cambiando su relleno y haciendo un “helado” del estilo italiano. Muy contento con el resultado, me recibí presentando ese postre”.
“Hoy me dedico a la gastronomía hace ya 15 años, y soy docente de pastelería en Buenos Aires, Argentina. Y me es inevitable no transmitirles a mis alumnos mis raíces italianas y todos los recuerdos familiares”.
Agradezco a Cheche por su tiempo, por dejarnos conocer algo de su historia, de sus raíces italianas y de su vínculo tan presente con la gastronomía “tana”. Pueden seguirlo en su cuenta de Instagram,@chechebacchetto, para deleitarse con sus creaciones y, por qué no, encargarle alguna de sus delicias. Hace poco, Cheche mostró su producción de macarrones en Canal 9, en el programa “¡Qué mañana!”. Espero que hayan disfrutado de esta entrevista.
¡Excelente!