Sofía Inaudi vive en Roma hace 25 años. En esta entrevista, nos cuenta su historia en la “ciudad eterna” y nos abre las puertas a su vida romana. Esperemos que disfruten de la nota así como disfruté hacerla.
“Argenta en Roma”: contanos, Sofía, un poco sobre vos
“Nací en Córdoba, Argentina. Viví unos 2 años en Ushuaia y pasé mi adolescencia en Buenos Aires, donde hice mi secundario. Vivo en Roma hace 25 años. Tengo dos hijos, ambos romanos: Felipe de 21 años e Isabella de 18. Mi marido se llama Iván, me casé joven. En cuanto a la conexión con Italia, mi tatarabuelo era de Cuneo, del norte y de ahí es mi ciudadanía”.
¿Cómo llegaste a vivir en Roma?
“Vine a estudiar Bellas Artes. No, con la idea de emigrar definitivamente, sino con la inconsciencia de empezar estudios a los 19 y en algún momento volver a mi país, pero la vida me llevó a que me quede. Mi hermana más grande vivía ya acá, y ella me sugirió venir a estudiar Bellas Artes a Roma, que lo consideré como una posibilidad para estudiar esa carrera en esta ciudad… Y tenía razón. Medio inconsciente, vine sin hablar una palabra de italiano. Por suerte Bellas Artes, al principio, era práctica, pero cuando tuve que encarar ciertas materias, como Historia del Arte, me di cuenta de que tenía que estudiarlo. Hice un curso intensivo de italiano y con eso arranqué con el idioma”.
¿Qué te llamó más la atención de Roma? (comida, costumbres, etc.)
“Lo que más me llamó la atención de Roma fue el arte, este mix de una Roma antigua, de la Roma del Renacimiento, con la Roma actual; todo convive en un equilibrio increíble”.
“Con respecto a las comidas, aprendí a comer cuando llegué a Italia. Los italianos tienen un equilibrio en la comida increíble, con pocos ingredientes hacen platos maravillosos y equilibrados. A veces me preguntan cómo es que los italianos pueden ser flacos comiendo tanta pasta, tantos carbohidratos, y la respuesta es que comen porciones chicas. La pizza es más liviana, más fina y tiene un proceso más digerible que en Argentina. Así como con las pastas, comen porciones más chicas que nosotros, comen mucha pastasciutta, que es la pasta seca… Ellos comen pasta rellena de vez en cuando, los platos de todos los días son con pasta seca y con salsa simple. Las verduras de acá son de otro mundo, tienen otro gusto, no sé si tiene que ver el mar, los volcanes, probablemente sí, que hacen que la verdura y la fruta tengan ese gusto delicioso”.
¿Extrañás algo de la Argentina? ¿Ves alguna similitud entre la vida en Argentina y la vida en Italia?
“Extraño las relaciones humanas sobre todo, la espontaneidad, esto de ‘Che, Sofi, estoy llegando a tu casa, tomamos unos mates y paso’. Extraño un montón esa inmediatez. También extraño los espacios verdes, el campo, ese tipo de cosas. Italia es espectacular, tiene paisajes, mar, montañas que son una cosa de locos, pero esos espacios abiertos me parecen imbatibles, ¡más que nada las sierras cordobesas! No encuentro muchas similitudes entre la vida de acá con la de allá, se vive distinto, principalmente, por una cuestión de estabilidad y de seguridad. Uno acá puede proyectarse, puede progresar, y creo que hay un mecanismo de meritocracia que en Italia puede que sea más fuerte que en la Argentina: si luchás mucho para obtener algo en Italia, lo obtenés”.
Contanos sobre “Argenta en Roma” y tu presencia en redes
“Argenta en Roma existía, pero era una cuenta que yo no usaba, hasta que con la pandemia me llegaron mensajes desde la Argentina de gente preocupada sobre lo que estaba pasando en Italia, ya que fue un primer gran foco, al inicio. La gente necesitaba entender qué estaba pasando, empecé a responder por ahí, hasta que, como los mensajes aumentaban, decidí empezar a publicar. En un momento, me contactó la producción de Antonio Laje y, cada 15 días, me llamaban para que cuente cómo iban los números en Italia, y sobre la situación en general.
Cuando me quedé sin trabajo en la pandemia, apliqué de vuelta para la organización de viajes, itinerarios y asesorías previaje, sobre todo orientada al público de Latinoamérica que viaja a Italia. Ofrezco paseos personalizados, cuando los pasajeros salen a pasear conmigo, es como si paseara con una amiga. Los llevo a conocer la ciudad, es más descontracturado el paseo”.
“Mi trabajo me divierte mucho, nunca ejercí en Bellas Artes, tampoco soy guía turística. Ser agente de viajes me resulta mucho más dinámico ¡y lo disfruto muchísimo!”.
Personalmente, quiero agradecerle a Sofía por tomarse el tiempo para responder tan amablemente mis preguntas. Agradezco poder sumar una historia más de emigración al sitio. Espero que hayan disfrutado de su historia. ¡Ya saben, si viajan a Roma, esta Argenta en Roma los hará conocer los rincones más bellos!
Autora de la imagen portada: Sofía Inaudi.
