Alejandra Conde: emigrar para cambiar y progresar

Alejandra Conde tiene 36 años y es oriunda de Parque Patricios. “¡Estoy a un mes de recibirme en Administración de empresas en BYUI que es una universidad de Estados Unidos, por lo tanto toda la carrera fue en inglés!”, cuenta emocionada. “Por suerte, cuando elegí la universidad, elegí una online para poder tener esta flexibilidad de mudarme donde quiera y seguir mi carrera”, aclara. Con Ezequiel, su marido, tienen tres hijos: Camila, Daniela y Gabriel, el más pequeño. Desde hace ya varios meses, la familia completa reside en Italia. En esta entrevista, Alejandra nos cuenta todos los detalles de una decisión que, sin dudas, le cambió la vida.

¿Qué relación tenés con Italia?

“El avo de mi familia es mi abuelo materno, Carlo Vanoli. Él era del norte; nació en la hermosa ciudad de Varese, más conocida como ‘la ciudad de los siete lagos’. Hemos tenido la oportunidad con mis hijos de ir a ver la casa donde nació él y todavía viven familiares ahí. Nos recibieron felices y nos invitaron a volver varias veces a comer”.

Alejandra Conde: tradiciones que pasan de generación en generación

Nuestra entrevistada recuerda que su abuelo invitaba a todos sus hijos a comer cada domingo. “Él cocinaba la pasta y una salsa exquisita. Y aunque trató de enseñarnos a hacerla, nunca la pudimos imitar. Esa costumbre de juntarse los domingos se ha mantenido en la familia y mi mamá nos sigue invitando a comer ese día. Es especialista en lasagna bolognesa”. La mamá de Alejandra es genealogista de profesión. “Pero la pasión por la genealogía nos une a todos en la familia”, aclara ella. “Mi hermana menor y yo recolectamos historias, fechas y nombres visitando cementerios y familiares. Tenemos datos de antepasados que llegan hasta el año 1400 y, en algunas líneas, aún mas atrás. Con mi esposo, hemos hecho entrevistas grabadas a los bisabuelos que ahora ya no están, para que sus historias no se pierdan. Creemos que conocer la historia familiar es un poco conocerse a unos mismo”.

La primera visita a Italia

Alejandra Conde cuenta que fue gracias a su mamá que visitó por primera vez el país europeo. “Ella viajó sola en el 2001 y vino a hacer su ciudadanía italiana en Varese, comune de su padre italiano ya fallecido. Fueron meses de mucho sacrificio en el crudo invierno italiano. En esa época, emigrar era muy distinto. No había información, no había redes sociales, ni WhatsApp ni Zoom. Emigrar era hablar con la familia en un locutorio un ratito y solo una vez a la semana y después estar sola”, indica nuestra entrevistada.

Alejandra confiesa, además, que admira mucho a su mamá por lo que hizo por su familia y por abrirles la puerta a todos sus hijos. “En agosto del 2001, pudimos venir a Italia todos. Nos quedamos ocho años en total en Europa y (por algún motivo) en el 2009, me volví sola a Buenos Aires”, explica. Más tarde, Alejandra conoció a su marido, con quien se casó cinco meses después. “Así que me quedé en Argentina donde nacieron mis tres hijos. El año pasado, tomamos la decisión de emigrar y vinimos a la zona de Como. Elegimos este lugar porque es muy hermoso. Hay trabajo y está cerca de Varese, que es la zona que yo ya conocía”.

Alejandra Conde y un recibimiento más que agradable

“Hemos sido recibidos con amor por parte de vecinos y de las personas del comune”, cuenta Alejandra. “Nos han ayudado en todo. Realmente los italianos cuando te ayudan, lo hacen con el corazón. Mis vecinos me han regalado cosas para la casa, bicicletas para los nenes, ropa. ¡Y hasta nos han prestado el auto para hacer compras! Ha sido un proceso difícil emigrar pero hemos tenido ayuda y apoyo por parte de la comunidad italiana”.

¿Qué diferencias notás en cuanto al tipo de vida que se lleva en Argentina?

“Los italianos del norte dicen que son los más fríos de Italia. Supuestamente, en el sur son más como los latinos. Personalmente, decidimos vivir en el norte justamente porque preferimos un lugar un poco más ordenado y relacionarnos con personas más estructuradas para aprender de ellas. Acá hay más control sobre la población en el sentido que uno está obligado a cumplir las reglas. Por ejemplo, en las bolsas de basura que me proporciona el comune, hay un chip con mis datos. O sea que, si yo no separo bien la basura para reciclar, me ponen una multa. También hay cámaras para hacer multas por todos lados, así que estás obligado a respetar los límites”.

Por otra parte, Alejandra cuenta que allá, todo lo que uno quiera hacer es con cita previa. Por lo cual, es indispensable organizarse bien para hacer trámites o ir al banco, por ejemplo. “Todo esto es un choque cultural al inicio porque estamos acostumbrados a hacer todo así nomás, a no seguir mucho las reglas y adaptarse a eso toma un poco. Pero justamente, para esto vinimos, para progresar también como individuos”. Otra cosa que agrega nuestra entrevistada que nota de allá es que no es común tener una familia grande.

¿Sentís que les cambió la vida el hecho de mudarse a Italia?

“Emigrar te cambia porque te permite ver otras realidades. Mis hijas están expuestas a niños de distintos países acá. Ayer jugaban en una plaza en el centro de Como con unas nenas alemanas y hablaban todo en inglés con ellas. Han desarrollado su talento con los idiomas de una manera increíble, por ejemplo. Yo he vivido en Argentina, en Italia, en España y en Inglaterra, y de cada país me he llevado algo. Quería eso para mis hijos, también. Simplemente que vean que existen otras realidades y que cada cultura tiene cosas buenas de las cuales aprender. Por ahora, Italia nos ha enseñado más disciplina familiar. Ahora nos dormimos todos temprano, tenemos una rutina familiar más estricta y somos más puntuales. Pero, seguramente, hay muchas cosas más que estamos aprendiendo y vamos a ir viendo con el tiempo”.

Alejandra Conde: consejos para quien esté considerando mudarse a otro país

“No dudar. Lo que más veo es parejas que vienen con dudas y miedos. Emigraron con sentimientos de hartazgo o de resentimiento con Argentina. Y vienen acá y veo que enseguida empiezan a criticar a Italia, también. Porque, al fin y al cabo, los sentimientos malos no llenan de miedos. Y esos miedos se los trasmiten a sus hijos que terminan por no adaptarse a Italia, tampoco. Creo que cuando uno emigra es porque tiene esperanza de un lugar mejor. Porque cree que en ese país va a encontrar lo que busca”.

“Entonces, hay que emigrar con fe, con determinación, con visión. Esos buenos sentimientos nos llenan de seguridad y esa seguridad también se la trasmitimos a nuestros hijos. Y ellos se adaptan mejor. Les recomiendo emigrar sin criticar, ni a Argentina, ni al país a donde vayan. Porque todos los países tienen cosas buenas y malas. Simplemente, lo importante es encontrar lo que uno busca y lo que para cada familia es la prioridad”.

¿Qué significan para vos Italia y Argentina?

“Argentina es mi primer amor. Ese primer amor que te enseñó cómo es la vida. Conocí gente muy pobre y rica en Argentina y me enseñaron que todos somos iguales. Argentina me enseñó a entender más a las personas y ser mas empática. Acá, en Europa, las personas viven mejor y sus necesidades están cubiertas, eso les permite concentrarse en estudiar, tener hobbies y autorrealizarse. Italia para mí es el país que me abrió las puertas y me dio la oportunidad de traer a mis hijos a una realidad que yo veo mejor para ellos. Estoy agradecida de ser argentina y feliz de ser italiana, también”.

Autora imagen de portada: Alejandra Conde