Para Edda Fabbri, la memoria no es lo que ha pasado sino las huellas de esos momentos. Soy la persona que soy no exactamente por los acontecimientos que pasaron sino por como los viví; porque tener memoria no es conocer un pasado descolorido que refleja el mapa de nuestra identidad. ¿Cómo vamos a poder vivir, enamorarnos, soñar, si no la tenemos?
La gente que nace en ciudades de mar suele solucionar sus problemas acercándose a su orilla. Es como si su aire salado nos purificara, nos limpiara de las pegajosas manchas negras que llevamos encima. Fue justo así que conocí el Parque de la Memoria, en un día gris, en mi búsqueda inconsciente del Mediterráneo. Fueron mis memorias las que me llevaron lejos de la urbanización hasta aquel océano que no es mar, el Río de la Plata, y me encontré con un lugar de paz y reflexión.
Parque De La Memoria 30000 Desaparecidos. PhotoCredit: Vincenzo Cicale Avallone
Aquel 24 de marzo…
El 24 de marzo de 1976 es una fecha indeleble en la memoria colectiva de cada argentino. La última consorte del general J. Domingo Perón, María Estela Martínez de Perón, con una valija en dirección a Madrid deja el gobierno al “Proceso de Reorganización Nacional”, una oscura dictadura cívico-militar, que llevó a la desaparición de 30.000 personas durante sus siete años de vigencia. Una herida histórica que dejó huellas en todos los aspectos de la sociedad y en la psicología colectiva y que resulta ser una interesante clave de lectura para entender mejor la actual idiosincrasia del pueblo argentino.
Las fases del Parque de la Memoria
El 21 de julio de 1999, mediante la Ley N°46, algunas organizaciones de derechos humanos consiguieron que se aprobara la propuesta de creación de un parque temático que permitiera recordar y reflexionar sobre aquellos años de oscuridad. El proyecto fue guiado por los miembros del estudio de arquitectura Bandizzone-Lestord y Asociados. El 30 de agosto de 2001, el sueño empieza a hacerse realidad a través del acta de inauguración.
Siete años después, el 7 de noviembre de 2007, se inauguró el conmovedor “Monumento de las Víctimas del terrorismo de Estado”, pero solo en 2009 el parque adquirió un marco jurídico y administrativo permanente con la aparición de un Consejo de Gestión, integrado por miembros de organizaciones de Derechos Humanos, de la Universidad de Buenos Aires y del Gobierno de la Ciudad. Su reconocimiento se completó un caluroso 9 de enero de 2014, cuando por fin se lo declaró Monumento Histórico Nacional por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.
Retrato Pablo Míguez, C.Fontes. PhotoCredit: Nueva Ciudad
El Parque en la actualidad
El Parque de la Memoria es un cofre de valiosas obras artísticas. Como dijo la periodista porteña Cecilia Acuña, caminar por sus hectáreas es vivir una verdadera “peregrinación hacia el dolor, el horror, el recuerdo y la sanación”. El monumento más emblemático es el de las Víctimas del Terrorismo de Estado, que reproduce una verdadera herida abierta en el corazón del parque. Ahí se encuentran las 30.000 placas de pórfido patagónico grabadas con los nombres de los que nunca volvieron: hombres, mujeres, niños y niñas a los que la historia se tomó la osadía de ocultar sus rastros.
Entre las dieciséis obras presentes, doce de las cuales fueron seleccionadas por concurso, cabe señalar la única que está en las aguas del Río de la Plata: “Reconstrucción del retrato de Pablo Míguez” del artista porteña Claudia Fontes, que simboliza la vida de Pablo Míguez, un adolescente de catorce años que desapareció junto con su madre en 1977. Una imagen que refleja según su autora la condición misma del desaparecido: “está presente, pero no está vedado verlo”.
¿Dónde se encuentra?
Este verde y pujante parque se encuentra en Av. Costanera Norte al 6745 muy cerca de Ciudad Universitaria y a unos 300 metros al norte de Aeroparque. Un lugar para salir de la neurótica metrópoli, para meditar y entender más un país tan complejo como Argentina.
Commenti
