Pipi Piazzolla acaba de volver al país, después de un viaje a sus raíces. En Trani (Puglia). En una propuesta que lleva adelante el ENIT, junto a Puglia Promozione, Comune di Trani & In Movimento Aps. Hay algo con los Piazzolla y el mar. Como ya mencionamos anteriormente, el abuelo de Astor, Pantaleo, y su padre Ruggero eran marineros. El nombre de la banda de Pippi es Escalandrum (tiburón argentino). Está también la pasión de Astor por la pesca del tiburón. Su tema “Escualo“, la suite “Punta del Este” (ciudad en la que vivió). Y claro Mar del Plata en donde nació. El padre de Pipi, Daniel es fanático de la pesca. Pipi adhiere a esta teoría y nos cuenta gentilmente detalles del viaje.
Pipi Piazzolla y el mar
Pipi siempre (consciente e inconscientemente) se siente a gusto en el mar. “A full. Tremendo, no me mareo”, comenta. Y cuenta que le llamó la atención lo bien conservado que está todo en Italia. Que la casa de su tatarabuelo Pantaleo está impecable (y a dos cuadras del mar). De Trani se trae, entre otras imágenes, el recuerdo del puerto, los barquitos. Fue un viaje muy lindo que hizo junto a su mujer, la artista plástica Soledad Petrelli quien, solo dos meses antes de viajar, se enteró que su familia es de Taranto (Puglia). Increíblemente (o no), hay un origen en común y lo del mar es algo que atraviesa el ADN Piazzolla a través de las generaciones.
Pipi Piazzolla y muchas respuestas
“Encontras muchas respuestas. Te das cuenta por qué tus hijos sacuden las manos cuando hablan. El hablar a los gritos. La emotividad”, describe. Tiene el sueño de llevarlos el año que viene. “Aunque tenga que hacer la locura de vender algún instrumento”, confiesa. Cuenta que no se cruzó con ningún Piazzolla, pero que en la vecina ciudad de Barletta está lleno. También de Pugliese y Troilo. Parece mágico que íconos del tango y de la cultura argentina parezcan predestinados. Salvando las distancias es como el origen en común de tres grandes del deporte: Messi, Scaloni y Ginóbili. Oriundos de pueblos vecinos en Le Marche.
Los Piazzolla y la cocina
Pipi recomienda ir con una guía turística. “Es fantástico, nos explicaba todo”. Aprendió a bailar pizzica, “Aunque mucho no me gusta bailar”. E intentó hacer sonar el “tamburello” (aclaro que Pipi es un genial beterista), pero no le fue fácil. “Hay un swing oriental. No se sabe bien como es, no lo pude absorber”. Cuenta también que en el sur de Italia aman a los argentinos. Y que se dio cuenta de que tiene el biotipo de Puglia. “Si no abro la boca paso por un italiano”. Pero que lo que más le gustó fueron las clases de cocina. “Se hace la pasta sin huevo, es una región muy pobre. Se hace con vino, aceite. Me encantó”. Se trajo recetas de focaccia, taralli. Y para despedirse nos regala una receta. La del tuco que hacía su abuelo Astor. Una receta de familia que pasó de Piazzolla a Piazzolla desde hace 5 generaciones.
Pasta a lo Astor Piazzolla
Piazzolla preparaba esta receta al menos una vez a la semana. La receta es para 4 personas (500 gramos de fettuccine). 3 o 4 dientes de ajo (o más). Dos latas de puré de tomate, aceite de oliva (preferentemente italiano). Una copa o vaso generoso de vino tinto (caro). Albahaca fresca (8 o 9 hojas). Una cucharadita pequeña de azúcar. Queso de rallar a gusto (preferentemente rallarlo sobre el plato). En una pequeña olla, se coloca el aceite (que cubra un poco más que el fondo) y se pone a calentar.
Cuando empieza a hacer “ruidito”, se le tira el ajo picado. Cuando el ajo se empiece apenas a dorar, se le agrega el tomate. Revolviendo con cuchara de madera. Mientras se consuma un poquito. Sal a gusto. Se agrega el azúcar y el vino. Se cocina a fuego lento. Cuando el alcohol se evapora y la salsa está espesa se apaga el fuego. Y se agrega la albahaca. Sin revolver, se tapa. ¡Y listo! ¡Pasta alla Piazzolla!
