Come fa la caffettiera? Blu, blu, blu, blu, blu, blu, blu. ¿Dónde puso el huevo la gallina? Yo no sé, yo no sé. Signora Maestra, ¿usted qué tiene allí? Preguntas todas que nos realizaba (no exento de la picaresca de otrora) el gran Nicola Paone. Todos escuchamos hablar de él. Aunque su caudal de voz no era digno de destacar ni su figura era precisamente la de un Adonis, supo llegar al alma de millones de argentinos.
Todos los ítalo-argentinos tenemos algún nonno o algún zio que, Nebbiolo o Gamba di Pernice mediante, se han emocionado al ritmo de “Ue Paesano“. Un verdadero himno de los italianos del dopoguerra. Con sus líricas simples y ritmos pegadizos daba de lleno como dardo a la diana en el corazón de los inmigrantes. Pero, ¿qué sabemos realmente de “el trovador italiano”?
Nicola Paone: Tu vuo’ fa’ l’americano
Muchos creen que Nicola Paone era italiano. Pero era norteamericano. Vino al mundo el 5 de octubre de 1915 en Barnes Boro, Pennsylvania. Su padre había trabajado como obrero en las minas de carbón en Sicilia. Y en 1923 el joven Nicola volvió a la madre patria junto con sus padres y sus cuatro hermanas, empapándose del color local. A su regreso a los Estados Unidos intentó emular a Enrico Caruso y convertirse en cantante de ópera. Pero no le dio el piné y terminó cantando canzonettas con doble sentido como “C’e la Luna Mezzo Mare” en trattorias de Little Italy en Nueva York. Parecía que su suerte estaba echada. Trabajó como lustrabotas y chofer. Grabó “U Sciccareddu” (canción tradicional siciliana) en inglés. Y poco más.
Medio millón de personas en el obelisco
El enorme (en todo el sentido de la palabra) tenor Luciano Pavarotti realizó la envidiable hazaña de que 500.000 almas se convocaran para verlo en 1991 en el Obelisco, el gran ícono porteño. Pero, increíblemente, Paone lo había logrado 37 años antes. En 1954, de la mano de Cesco Tomaselli, periodista del Corriere della Sera (y se dice que a pedido del mismísimo presidente Juan Domingo Perón), Nicola Paone inundó de gente la Plaza de la República y sus alrededores con multitudes que coreaban sus canciones convirtiéndolas en hits.
La Cafetera, Ue Paesano, Señorita Maestra… “Sin dudas, Paone fue uno de los grandes de la música popular del siglo pasado, con una capacidad única para pintar las cosas y los sentimientos diarios de la gente del pueblo”, declaraba el compositor y letrista Ben Molar, quien traducía y editaba las canciones de Nicola.
Vendió millones de discos (especialmente en Argentina y el resto de América del Sur). Sin dudas, su éxito se debió a la gran ola inmigratoria predominantemente italiana por aquél entonces. Llegó a tener su propio programa televisivo “La Cantina de Paone”, junto al gran Fidel Pintos, quién también lo acompañó en el film “Ue Paesano”.
Retiro voluntario
En 1958 (con su carrera un poco en declive) decide retirarse del Show Business para pasar más tiempo junto a su hijo Joe y su esposa Delia. Y se dedica a la gastronomía abriendo el “Nicola Paone Restaurant”. En las calles 207 y 34. Cocinando él mismo algunos platos como la “Ternera Boom Boom” y la “Pasta Serenata”. Entre sus clientes se contaban nada más y nada menos que el por aquel entonces alcalde de la ciudad Rudolph Giuliani y actores de la talla de Robert Wagner.
En 1996, regresó a la Argentina por última vez para presentarse en el teatro Astral y en algunos programas de tv. Como dato de color tuve la oportunidad de abrazarlo y saludarlo en una gran fiesta de la colectividad en Don Bosco. Y admirar de cerca su inseparable y mítica capa negra de terciopelo, que le confería un aspecto de Drácula bonachón, y su guitarra con la que cantó durante toda su carrera.
Se lo notaba muy emocionado por haber regresado a nuestro país. Que le había dado tanto. Murió en Navidad. En Albuquerque, Nuevo México, en 2003. Pero, como todos sabemos, las leyendas nunca mueren. El grupo “Divididos” le rindió un homenaje en su disco “Vengo del placard de otro”. Cuando se presentaron en vivo en 2002 en el estadio Obras invitaron a subir al escenario a Gino Renni y a Andrea Prodan (hermano de Luca) para cantar “Ue Paesano”. Honor y gratitud al gran Nicola Paone. Y a su himno de hermandad entre inmigrantes italianos.
