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Arte y Cultura Italianos en Buenos Aires

Biagio Gurrieri y su pasión por la escultura

Biagio Gurrieri - Trabajo Terminado

El escultor italiano Biagio Gurrieri nació en 1933 en Comiso, Sicilia. Cuando tenía menos de 18 años, en septiembre de 1950, y un año después de haberse recibido en la Scuola d’Arte Statale (hoy conocida como Istituto d’Arte de Comiso), llegó a nuestro país. El traslado estuvo en parte ligado al contexto mundial de aquel entonces. Su padre había llegado a la Argentina dos años antes. Frente al temor de que su hijo fuese reclutado para un nuevo enfrentamiento bélico mundial (se temía una tercera guerra ante la tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur), decidió que viniera a nuestro país, al conocer su neutralidad.

Biagio Gurrieri - Con Su Padre
PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

Biagio Gurrieri: una vida ligada al arte

La escultura fue siempre la pasión de Biagio Gurrieri, desde muy joven. En su pueblo natal, estuvo en contacto con diversos talleres de cerámica y de escultura. A fines de 1953, frecuentó la Agrupación Bohemia de Parque Patricios y la Asociación M.E.E.B.A y Estímulo de Bellas Artes. Tiempo después, a pesar de que la docencia no era su pasión, dictó clases de escultura y dibujo por un corto período.

Biagio Gurrieri - Distincion
PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

Según cuenta, en el arte la Argentina lo favoreció. Mientras se dedicaba a la escultura, durante varios años realizó cerámica artística-industrial en su taller privado, en pos de sustentar también su economía familiar. Se considera un trabajador leal a su convicción. A lo largo de su extensa vida, realizó varias muestras personales y colectivas. También intervino en varios salones, tanto nacionales como provinciales y municipales. Algunas de sus obras fueron incluso premiadas.

La impronta de Biagio en nuestro país

La ciudad de Buenos Aires está llena de sus obras escultóricas. Entre ellas, encontramos, por ejemplo, “El León Persa” (relieve en cerámica refractaria policromada en Plaza Irán, Av. Figueroa Alcorta y Av. Sarmiento). Un dato interesante relativo a la obra es que, en la inauguración como autor del relieve, Biagio fue presentado al Sha de Persia Mohammad Reza Palevi.

Biagio Gurrieri - El Leon Persa
PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

Por otro lado, tenemos el monumento “El Cartero”, en la Plaza del Correo Central. “Beato Scalabrini”, en la Iglesia de los Emigrantes en el barrio de La Boca. El busto del Maestro Astor Piazzolla, en la Usina del Arte y el retrato de Luigi Pirandello, en el Café Tortoni. El busto de Maria Curie, en el Hospital Oncológico en Parque Centenario, el monumento homenaje a José Soldati, en Villa Lugano y el retrato de Benito Quinquela Martín, en el Museo Histórico de La Boca.

Biagio Gurrieri - Luigi Pirandello
PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

En Parque Gral. Paz y en Parque Patricios tenemos el busto del Gral. San Martín. En el Jardín Zoológico, el retrato de Konrad Lorenz y el retrato de Bernardo Houssay en la plaza homónima. El retrato del Maestro Astor Piazzolla, en el aeropuerto Astor Piazzolla de la ciudad de Mar del Plata y el monumento a Juan de Garay, en la ciudad de Santa Fe.

Biagio Gurrieri: un libro abierto

La vida de Biagio está llena de anécdotas y de recuerdos. Mientras desempeñaba el cargo de asesor artístico en la Quinta Presidencial de Olivos, el escultor cuenta que conoció al Gral. Charles de Gaulle, héroe de la Segunda Guerra Mundial y presidente en ejercicio de Francia, en ocasión de su visita a la Argentina, cuando era presidente de la Nación el Dr. Arturo Illia.

Biagio Gurrieri - Quinquela Martin
Biagio confiesa que su obra preferida es el retrato “Mi Padre”, quien fuera “su mejor amigo”, galardonado con el Premio Extranjero en el año 1962. PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

En 1983 siendo funcionario municipal, Biagio tuvo la posibilidad de conocer a muchos personajes de la historia como presidentes y expresidentes argentinos, políticos, militares, etc. Entre ellos, recuerda a la Princesa Maria Gabriella de Savoia, a quien conoció en pos de la restauración del Mástil de los italianos en Costanera Norte. El entrevistado cuenta que en una de las veces que fue invitado a su residencia de la calle Juncal, la Princesa demostró su cariño hacia Sicilia. Y Biagio, como era de esperarse, se llenó de orgullo al escucharla subrayar el pensamiento de Goethe: “Italia sin la Sicilia no hubiese grabado imagen alguna en el Mediterráneo”.

Italia, sempre nel cuore

En el año 2006, Biagio fue galardonado por la Associazione Ragusani nel Mondo y distinguido como “Comisano Illustre por el Sindaco de Comiso. Dos de sus obras, “Idillio” y “Sinfonia otoñal” figuran en la Pinacoteca del Palazzo Regionale de la provincia de Ragusa. Este año, el escultor fue distinguido también por el Centro Siracusano de Buenos Aires, al cual está muy ligado no solo laboral sino afectivamente.

Biagio Gurrieri - Con Carmelo
PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

Biagio nos confiesa que ama Italia, su patria, “y cuando se ama, se extraña, porque se quiere”. El escultor asegura que no cree en los jurados de los concursos, como tampoco en los críticos de arte. “Los verdaderos jurados y críticos son los espectadores frente a la obra que sienten atracción o rechazo, por su mensaje o soluciones plásticas”.

Biagio Gurrieri - El Cartero
PhotoCredit: Centro Siracusano de Buenos Aires

PhotoCredit imagen de portada: Centro Siracusano de Buenos Aires

Biagio Gurrieri y su pasión por la escultura ultima modifica: 2019-12-03T07:00:00-03:00 da Julieta B. Mollo

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