Violetta Fantini Di Lallo, o más conocida recientemente en las redes por “La Nonna Violetta”, tiene 88 años. En los últimos meses, sus recetas de comidas típicas de Italia se hicieron virales a través de su canal de YouTube. Al día de hoy, ya tiene más de 4 mil suscriptores, la gente le agradece y pide que difunda más recetas. Ella es feliz trasmitiendo una parte de sus raíces a todo el mundo.
Nació en Italia, específicamente en el pueblo Fossacesia, en la región de Abruzzo, al este de la costa italiana. Fue desde allí, en 1954, de donde partió hacia la Argentina a sus 22 años. Pasaron ya 66 años de aquel día, y ella mantiene su acento y dialecto intacto. Así como también, sus costumbres y tradiciones italianas: la cocina.
Cómo surgió el canal de “La Nonna Violetta”
La nonna vive en la Ciudad de Campana, al nordeste de la Provincia de Buenos Aires, con su hija Teresa, su yerno, y sus nietas Sol y Milagros. Ella tiene su casa abajo y ellos viven arriba. Pero su familia no termina ahí, tiene otra hija y más nietos.
Hasta que comenzó la pandemia, eran un total de 14 personas que se juntaban a almorzar todos los domingos las pastas de la abuela. En este contexto, Violetta continuó cocinándoles como siempre y haciéndoles llegar la comida por una ventana para no perder la costumbre familiar.
En uno de esos días que ella estaba preparando sus ravioles para la familia, su hija Teresa le sacó una foto cocinando. Y la decidió compartir en un grupo de Facebook de italianos. La foto fue furor y todos empezaron a pedirle la receta. A raíz de esto, a su nieta Sol se le ocurrió la idea de abrirle su propio canal de YouTube.
Desde ese momento, ella comenzó a grabar las recetas de la abuela, editarlas y subirlas para que todos puedan aprender a hacerlas en sus casas. El primer video que compartieron, hace dos meses, fue la receta de “cilli pieni”: las masitas dulces italianas, que superó las 6 mil reproducciones. Por su parte, la fórmula de “la pizza italiana” fue un éxito y alcanzó más de 20 mil visualizaciones.
Cómo llegó de Italia
Tal como conocemos la historia de nuestros abuelos, bisabuelos que vinieron de Europa en aquellos tiempos, así es el caso de Violetta. Partió sola de Italia un 2 de febrero de 1954, en “el Barco Santa Fe” que salió del Puerto de Génova. Era un barco de carga que llevaba solamente a algunos pasajeros, e hizo sólo una bajada en España, por eso el viaje duró 18 días.
El 20 de febrero de 1954 arribó al Puerto de Buenos Aires, y ella fue directo a Campana. Allí la esperaba su marido, Giovanni Di Lallo, que había venido de Italia dos años antes para instalarse y construir la casa donde vive hasta hoy.
Violetta dejó en Italia a toda su familia: sus 5 hermanos, sus padres y abuela. Los primeros tiempos en Argentina no le fueron fáciles hasta que logró adaptarse y formó su familia. Tuvo la oportunidad de regresar a su tierra cuatro veces: en 1969, 1997, en 2002 y la última vez, con su hija Graciela, en 2014. Actualmente, sigue teniendo a sus sobrinos en Fossacesia, y a otros en Canadá, y a su hermana más chica en Milán.
Mantener vivas las raíces
La nonna nos cuenta que al hacer las comidas se acuerda siempre de su mamá, de ella fue que aprendió la mayoría de las recetas. En Italia amasaban todos los días los fideos caseros, y ella lo siguió haciendo acá con la guitarra que se trajo especialmente.
También “la pasta cortita”, y la infaltable salsa de tomate casera. Esas tradiciones, junto con su dialecto, jamás las perdió. Cuando preparaban la salsa, llegaban a hacer 150 o 200 botellas para todo el año.
Escucharla hablar y contar su historia realmente es emocionante. Así como también, ver la pasión que le pone a su edad para transmitir y enseñar a hacer sus comidas, adaptándose al mundo de la tecnología. “Estoy muy feliz de que las tradiciones se sigan alargando y que la gente aprenda conmigo”, expresó Violetta.
