Vespoli hoy es sinónimo de sorrentinos en Mar del Plata. La trattoria fundada por Don Chiche Vespoli hace ya más de 50 años es un hito en La Feliz. Miles de turistas (nacionales y extranjeros) y ciudadanos locales disfrutan de sus pastas artesanales, en un ambiente cálido y familiar. Sentarse en una mesa del famoso restaurante italiano es un viaje en el tiempo entre sabores y aromas deliciosos.
Tan conocido es el restaurante y, sobre todo, el apellido Vespoli, que en su momento Roberto Barilli, director del Museo Mitre, destacó a la familia como pioneros italianos en el rubro gastronómico. “Muchos inmigrantes italianos que venían a esta ciudad se dedicaban a la pesca o a la industria textil, sin embargo, en la familia Vespoli hay muchos cocineros”, explica Pablo.
Un viaje de Sorrento a Mar del Plata
Don Chiche Vespoli, hijo de inmigrantes italianos, oriundos de la ciudad de Sorrento, en Nápoles, fundó la llamada “Primera Sorrentinería del País”. El restaurante originalmente estaba ubicado en la calle 25 de mayo y en 1972 se mudó a su dirección actual, en 3 de febrero 3154. Por sus mesas han pasado personalidades de todas las épocas como por ejemplo Fito Paez, Carlos Menem, Julio Cesar Falcioni y hasta Peter Fonda.
“Una cualidad que nos caracteriza es que acá nos preocupamos por mantener la frescura de los productos y trabajamos con materia prima de primera calidad”, cuenta Pablo, quien junto a su mujer, hija de Chiche Vespoli, hoy está a cargo de la trattoria. “A diferencia de otro tipo de establecimientos gastronómicos, acá es todo artesanal, por eso nuestras pastas tienen un sabor especial”, agrega orgulloso.
Ni bien uno cruza las puertas de entrada, en las paredes pueden verse imágenes de la Costa Amalfitana, fotografías de Nápoles y todo un aire de italianidad que se mezcla con los aromas del tomate fresco, las salsas típicas y la tradición que mantiene a este lugar mítico.
La Trattoria Vespoli tiene objetos típicos de Nápoles y una decoración que recuerda a los típicos restaurantes italianos. PhotoCredit: Francisco Zazzu
Trattoria Vespoli: sinónimo de familiaridad
Una de las grandes características de la trattoria es el aire de familiaridad y calidez que reina en el ambiente. Los dueños siempre están presentes, se muestran amables y se preocupan por el bienestar de sus clientes. Por eso también muchos famosos eligen al restaurante ya que aquí se les da un trato cercano sin atosigarlos. “Una vez en una mesa estaba el Obispo de Mar del Plata, en otra un rabino y en otra había un grupo de evangelistas, todos conviviendo en armonía en el restaurante”, cuenta Pablo.
Las anécdotas se entrecruzan constantemente y los recuerdos se arremolinan en el fragor del ambiente, mientras los platos pasan y se nota en el ambiente un clima de alegría y distensión, como si uno estuviera en su casa. “Una vez en pleno verano Chiche estaba acá, caminando entre las mesas, saludando a la gente. Cuando salió, se dio cuenta que se había olvidado los zapatos en la playa”.
“Nosotros vivimos acá, en Mar del Plata, por eso el restaurante abre todo el año, no cerramos en invierno por ejemplo. Eso se valora mucho porque hay gente de acá que suele venir y también turistas que no sólo nos visitan en verano”, destaca Pablo.
“No podemos competir con lujo ni ubicación, es una zona barrial, pero nos tienen que seguir eligiendo. Eso lo logramos con el valor agregado que le damos cada uno de nosotros con lo que hacemos acá. El servicio, la amabilidad, el preguntarle a la gente cómo está, esas cosas nos destacan”, dice el encargado de la trattoria.
Los sorrentinos: la especialidad de la casa
Si bien en el restaurante se venden todo tipo de pastas, el “caballito de batalla” son sus sorrentinos, acompañados por la legendaria “salsa Vespoli”. El sabor es inconfundible y el aroma exquisito. A la hora de los postres también hay tiramisú, gelato y flan con crema. Será por eso que corre el rumor entre las mesas de que “quien entró alguna vez a Vespoli, siempre volvió”. Las recetas son italianas y eso se nota.
Para algunos es gracias a la calidad y la pasión con la que cocinan cada uno de sus platos (la cocina está a la vista y uno puede observar las ganas con la que se trabaja). Para otros es la atención con la que sus dueños trabajan para que todo funcione a la perfección y no haya nada librado al azar. En lo que todos coinciden es en que la Trattoria Vespoli es, sin dudas, un clásico marplatense de visita obligada para todo aquel amante de la vera gastronomía italiana.
Hubo ofrecimientos para expandir la marca y abrir franquicias en Buenos Aires y otros puntos del país, sin embargo, los dueños han decidido mantenerse fieles a la ciudad de Mar del Plata. “Por momentos lo pensamos, pero preferimos seguir así, es sumarnos problemas”, explica Pablo.
“Pasamos momentos difíciles, y muchas veces uno se replantea todo, pero también nos ha dado grandes satisfacciones la trattoria”, concluye Pablo con una sonrisa y una mirada que deja ver la emoción y el orgullo que le genera seguir abriendo el restaurante todos los días.
