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Entrevistas Italianos en Buenos Aires

Entrevista a inmigrantes italianos: Lucía Guerra

Lucia Guerra - Pequeños con madre

Hoy presentamos, en esta nota, a una inmigrante italiana, Lucía Guerra. Con total amabilidad, nos contó cómo llegó a la República Argentina y sus recuerdos sobre su viaje desde Génova hasta Buenos Aires. Esperemos que disfruten de su relato, ya que fue un placer entrevistarla y sentir tan de cerca su recuerdo, gracias a sus cálidas palabras al responder.

Lucía, ¿dónde naciste? ¿Qué recordás de tu vida en Italia?

“Nací en un pueblito llamado Calvagese della Riviera, cercano al lago de Garda en provincia de Brescia, región de la Lombardía. Mi familia estaba integrada por papá Luis, mamá Luisa, y mis hermanos Darío y Alejandro. Recuerdo a mis abuelos paternos, en cuya enorme casa nací. Vivíamos en una pequeña casa alquilada junto con mi abuelo materno. Teníamos una cabrita que nos brindaba la leche cotidiana”.

Lucia Guerra - En Italia
Foto familiar en Italia, antes de que el padre partiera a la República Argentina. PhotoCredit: Lucía Guerra

“Durante la estación invernal, en la sala, se armaban caballetes con grandes cajoneras para la cría de gusanos de seda, que requerían alimentarse continuamente de hojas, me impresionaba su avidez. Esto contribuía al sostén de la familia. Darío y yo asistimos al asilo (jardín de infantes) a cargo de religiosas. Recuerdo el día en que mi padre se marchó a la Argentina (previamente sacamos una foto familiar), el llanto de mamá… Era el año 1949”.

¿Cómo fue el viaje en barco? ¿Pararon en diversos puertos?

“Tío don Enrico nos acompañó a Génova. Allí embarcamos: mamá Luisa, de 31 años, yo de 5, Darío de 4, Alejandro de 2; el 21 de diciembre de 1950, en el Giovanna “C” di terza classe. Hizo escalas en Nápoles, Vigo, Santos, llegando a Buenos Aires el 19 de enero de 1951. Largo viaje de 29 días…Recuerdo el piso de metal rojo fuerte, el olor penetrante proveniente de la cocina. También, que Darío se mareaba con el vaivén del barco por lo cual permaneció en enfermería mucho tiempo alimentándose con leche especial. Paseábamos en cubierta cuando el tiempo lo permitía. Sufrimos tormentas fuertes y peligrosas”.

Lucia Guerra - Al llegar a la Argentina
Foto sacada en la Argentina, familia completa. PhotoCredit: Lucía Guerra

¿Cómo y dónde se asentaron al llegar a la Argentina? ¿Qué fue lo más difícil en la adaptación, Lucía?

“El día de arribo, papá se subió a una torre del puerto para vernos dentro de la multitud agitada y rumorosa. Sentimos una alegría inmensa por el reencuentro. Nos asentamos en una casa quinta a 600 metros del parque de Lomas de Zamora. Todo era extraño porque no entendíamos el idioma, el lugar tan chato, sin colinas, mucho calor. Sí captamos el cariño de quienes nos alojaron en una pequeña casa prefabricada. Nos fuimos integrando con la ayuda de los más cercanos: italianos, argentinos, españoles, alemanes y, luego, fueron llegando tucumanos, riojanos, correntinos… Nos enseñaron el idioma, a tomar mate, a compartir fiestas familiares. Mi madre lamentaba no escuchar el sonar de las campanas de la iglesia, no había ninguna cercana. Cada domingo, los cinco, asistíamos a la misa celebrada en la que hoy es la Catedral de Lomas de Zamora. Mamá fue nuestra catequista”.

¿Al día de hoy, conservás el idioma, la nacionalidad y ciertas tradiciones?

“En casa, mis padres hablaban dialecto bresciano, pero les escribían a los suyos en italiano. Para no confundirnos, no nos enseñaron su lengua, ya que debíamos hablar y escribir bien el castellano en la escuela. El italiano lo aprendí de grande para poder comunicarme con tíos y primos. Todos seguimos siendo ciudadanos italianos, eso sí: muy argentinizados y agradecidos por las oportunidades que nos fue brindando Argentina”.

Lucia Guerra - Hermanos
Los tres hermanos actualmente. Darío, Alejandro y Lucía. PhotoCredit: Lucía Guerra

¿Volviste a Italia luego? ¿Conservás familia allí?

“Regresamos varias veces a Italia para visitar a la familia que es muy numerosa. Aún tenemos una tía de 96 años que es la memoria de la familia, lúcida y fuerte, que siempre nos espera. Somos los únicos de la familia que emigramos. El resto quedó allá. Gracias a la tecnología estamos comunicados. Queremos a Argentina, como así también a nuestras raíces. Aquí yacen nuestros padres que nos transmitieron sus valores, los del trabajo, el esfuerzo, la fe cristiana, la alegría y el amor familiar. Esas son nuestras raíces, nos alimentan. A nosotros nos corresponde florecer y dar frutos aquí y ahora”.
Personalmente, agradezco a Lucía por su tiempo para contarme su historia. Su relato tan real, cálido y emotivo hizo que pueda imaginarme cada parte de su historia. ¡Gracias, Lucía Guerra!

Entrevista a inmigrantes italianos: Lucía Guerra ultima modifica: 2020-09-03T08:00:00-03:00 da Nahir Teren

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