Quizás todos sepamos qué sucedió el 25 de mayo de 1810, pero posiblemente no todos conozcamos cuáles eran las danzas típicas que se bailaban durante la época colonial. A continuación, conoceremos un poco más sobre ellas.
Influencia europea en las danzas típicas de la época colonial
Todos los 25 de mayo se conmemora una serie de acontecimientos que sucedieron en la Ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata en el año 1810. Esta serie de eventos, que ocurrieron durante la semana que va del 18 hasta el 25 de mayo, dan lugar a la tan conocida Revolución de Mayo, punto inicial del proceso de independencia que pocos años después se concretó en nuestro país.
Según afirma el Prof. Hernán Aricó, durante esos años, las danzas de esparcimiento que se practicaban en los “salones” (aquellos sitios de reunión de la clase alta) eran las procedentes de Europa, como la contradanza, el minué, el vals, el paspié, la alemanda, la pieza inglesa o solo inglés, las boleras y el afandangado. Los maestros de danza enseñaban las coreografías a la sociedad aristocrática para que todos pudieran ejecutarlas correctamente.
El pueblo también bailaba
El pueblo, aquel sector con menores recursos, cercano a las ciudades y a los campesinos, comenzó a imitar a la aristocracia, readaptando las danzas de los salones. De esta manera, se popularizaron estas danzas, con ciertas modificaciones. A continuación, conoceremos algunas de las danzas típicas de la época colonial. Aquellas que surgieron a partir de la gran influencia europea en nuestro territorio.
Ballet Folklórico de la Universidad Nacional de las Artes. PhotoCredit: Ballet Folklórico de la UNA.
Cielito
Durante 1810, se bailaba el cielito, que era una danza criolla en pareja derivada de la contradanza europea. Es adaptada con elementos más vivaces y propios de las danzas populares picarescas, combinando el estilo majestuoso y culto de la contradanza.
Pericón
Después surgió el pericón, como un desprendimiento posterior al cielito. Esta variante nace ya que esta danza se bailaba con la ayuda de un bastonero, que recibía el nombre de “pericón”. Este era el encargado de dictar las figuras que las parejas debían realizar en conjunto. En sus inicios, esta variante se la llamó cielito apericonado. Luego, comenzó a tomar mayor importancia, y se distinguió como una danza independiente, denominada Pericón. El rol del bastonero era de suma importancia, ya que de él dependía el éxito del baile.
Malambo
También, se encuentra el malambo, que posee alguna reminiscencia de la pieza inglesa o solo inglés. Durante esta danza, el bailarín ejecuta con los pies una serie de pequeños movimientos llamados mudanzas o zapateos. La atención del ejecutante y la de los espectadores se concentra en la parte inferior del cuerpo. Según afirma Ventura Lynch:“el malambo es el torneo del gaucho cuando se trata de lucir sus habilidades como danzante¨.
Malambo norteño por el Ballet Folklórico de la Universidad Nacional de las Artes. PhotoCredit: Ballet Folklórico de la UNA.
Existen dos tipos de malambos: el norteño y el sureño. A simple vista, se diferencian por el calzado que utilizan. En la zona del sur se utilizan unas botas de potro sin suelas; mientras que en la zona del norte debido a las características del terreno, se utilizan botas de cuero vacuno con suelas en la planta de los pies. Esta diferencia en el calzado influye muchísimo en la ejecución del zapateo. Por ello, el malambo norteño es característico por su rudeza, debido al calzado que utilizan, ya que el pie es asentado con mayor fuerza y brutalidad sobre el suelo. Mientras que en el malambo sureño, los golpes no suelen ser tan brutales, debido a la desnudez de los pies, pero sí abundan los movimientos en el cambio de las piernas.
Gato
Por último podemos mencionar al gato, una danza en pareja de ritmo vivo y expresividad picaresca. Durante la danza, la pareja describe un juego amoroso, en el que el caballero persigue a la dama con elegancia y prudencia. Se trata de un baile de galanteo, alegre y ágil. Se baila con castañetas y paso básico. Se diferencia también el gato cuyano del norteño, ya que al cuyano se le agrega un movimiento, denominado contragiro.
