El cantante de grandes éxitos populares Humberto Vicente Castagna, más conocido como Cacho Castaña, murió el martes 15 de este mes, a los 77 años. Se encontraba internado en el Sanatorio de Los Arcos, ubicado en el barrio de Palermo, desde el sábado 28 de septiembre, a raíz de una complicación en su estado de salud. El cuadro del artista se agravó debido a un virus que ingresó en sus pulmones, y otro en la sangre. Además, arrastraba serios problemas en sus riñones.
Breve biografía del tanguero porteño
Fue el tercer hijo del matrimonio entre don Antonio (‘Ntoni) Castagna, comerciante italiano de calzado, y Rosa Curra. Humberto Vicente Castagna nació el 11 de junio de 1942, conocido como “Cacho Castaña” al llegar a la fama. Su infancia y juventud transcurrieron en una casa de la calle Galicia, en el barrio porteño de Flores. “Gracias a Dios tuve una niñez y una adolescencia muy lindas. Dos viejos maravillosos y dos hermanos mayores”, mencionó alguna vez. A los seis años, empezó a estudiar música y, a los 13, ya era profesor de piano y participó en orquestas de tango. Debutó tocando el piano en la orquesta típica de Espósito y siguió tocando música toda su vida. Por el arte, llegó a dejar atrás a su segunda pasión: el fútbol. Reconocido hincha de San Lorenzo y buen futbolista, llegó a jugar en la cuarta división del club de Boedo. Cacho no tuvo una gran educación formal y siempre se jactó de que su aprendizaje fue en la escuela de la calle.
Trayectoria y repertorio de “Cacho de Buenos Aires”
Sus cifras como artista incluyen 50 discos editados con más de 600 canciones grabadas. Algunos de sus temas, como “Para vivir un gran amor”, “Naranjo en Flor”, “Cacho de Buenos Aires” y “Café la humedad” forman parte de la cultura argentina. Sin embargo, con el nuevo siglo, algunas de sus letras, como “Si te agarro con otro te mato”, fueron consideradas machistas y misóginas. Tengamos en cuenta que era otra época en comparación a la que vivimos hoy en día. Entre sus tangos, conmueven los que escribió para homenajear a otros colegas, como “Garganta con arena”, en honor al Polaco Goyeneche; “Tita de Buenos Aires”, para Tita Merello; y “La gata Varela”, dedicado a Adriana Varela. Además de la música, también participó en numerosas películas como El mundo es de los jóvenes, El cabo Tijereta, Los éxitos del amor, La carpa del amor, La playa del amor, La discoteca del amor, Ritmo, amor y primavera, Abierto día y noche, y Felicidades , entre otras. A su vez, dejó su propio bar-teatro: Café La Humedad.
Cacho Castaña: un mujeriego de ley
Cacho Castaña siempre estuvo rodeado por bellas mujeres. Uno de los romances más recordados fue el que tuvo en la década de los 80 con Mónica Gonzaga. Estuvieron juntos cinco años. Otro de sus grandes amores fue la vedette Silvia Peyrou. A fines de 1994, se conocieron en la obra “Un Cacho de Corona”. A las pocas semanas, ella le confesó que esperaba un hijo suyo. Cuando nació el bebé, el cantante le dio su apellido, sin embargo, tres años más tarde la Justicia determinó que no era su padre biológico. Otro romance reconocido fue el que mantuvo con la actriz Selva Mayo. También estuvo en pareja con la exmodelo Jorgelina Aranda. La cantante Diana María fue la primera con la que formalizó. Se casaron por civil el 22 de septiembre de 1978 y el 25 por Iglesia, pero tiempo después se separaron. En el 2006, parecía que por fin encontraba el amor en Andrea Sblano, la hija de su mejor amigo, 37 años menor, con quien, nuevamente, dio el sí, a los 63 años. El matrimonio duró cinco años y se separaron de común acuerdo en el 2011. Pero en 2015, el buen vínculo terminó. Sin dudas el romance más comentado y famoso fue el que protagonizó con Susana Giménez. Ella estaba en un impasse con Carlos Monzón. El primer beso fue entre bambalinas, la atraqué y la besé. Pero cuando llegó Monzón para su cumpleaños, el 29 de enero, tuve que salir de la casa en el baúl de un auto porque me quería matar”, fueron sus palabras. En el 2016, y contra todos los pronósticos, ya con 74 años, volvió a apostar al amor y reincidió en el matrimonio. En esta ocasión con Marina Rosenthal Cabrales, una psicóloga marplatense 34 años menor, quien lo acompañó hasta sus últimas horas de vida.
Un camino sin retorno: sus adicciones
Su adicción al tabaco y a las drogas le provocaron serios problemas de salud que terminaron en largas y dolorosas internaciones. Pero nunca perdió su humor característico. Una anécdota es cuando se encontró con Sandro, y le dijo que largara el “escabio” para ponerse bien; pero que si se llegaba a morir, era mejor que no lo cremen, porque había tomado tanto alcohol que “iba a durar seis meses prendido”. En sus últimos años, Cacho reconoció que su mayor equivocación fue haber caído en la droga. El alcohol también lo acompañó constantemente, mismo en sus shows cantaba (aun teniendo el tubo de oxígeno) con un vaso de whisky en la mano.
Cacho Castaña: no nos alcanzarían los adjetivos para describirlo por completo. Mejor, nos quedamos con sus grandes éxitos que siguen y seguirán haciendo bailar a cualquier grupo de personas de diferentes edades. ¿Quién no bailó al ritmo de “La reina de la bailanta?”.
