A fuerza de tacos, goles y gambetas se ganaron el cariño de los tifosi. Levantaron trofeos, gritaron campeón y hoy son leyendas. En esta nota vamos a recordar a los grandes futbolistas argentinos que se hicieron fuertes en Italia. Forza ragazzi e viva il calcio!
Los primeros futbolistas que conquistaron Italia
Argentina siempre se caracterizó por ser un país exportador de grandes futbolistas. Incluso el primer jugador de fútbol del continente americano en llegar a Europa fue argentino. Su nombre era Julio Libonatti y en el año 1925 fue transferido de Newell’s Old Boys nada menos que al Torino de Italia. A partir de ese momento comenzó un romance eterno entre el fútbol italiano y el argentino. Un romance que ya existía en otras áreas pero que con el deporte más popular del mundo se reforzó aún más.
Y fue tal ese cariño enrevesado que incluso hubo varios jugadores argentinos que, al tener ascendencia italiana, ¡jugaron para la azzurra! El mencionado Libonatti fue uno de ellos, pero después llegaron Luis Monti, Raimundo Orsi, Attilio Demaría y Enrique Guaita, campeones del mundo con Italia en 1934.
Un poco más tarde aparecieron Humberto Maschio, Omar Sivori y Antonio Valentin Angelillo aunque tuvieron un paso breve por la selección italiana que no dejaría de “alimentarse” de jugadores argentinos hasta el día de hoy.
En la selección italiana que ganó el campeonato mundial del 1934 se destacaron varios futbolistas argentinos
“El Batigol”, ídolo absoluto en Italia
Durante las décadas siguientes a la obtención de la Copa del Mundo de 1934, los conjuntos italianos no dejaron de echar un ojo a la liga argentina para llevarse a grandes jugadores que se convirtieron en ídolos en Italia. Pero, a partir de 1990 se vivió una nueva explosión de futbolistas de máxima categoría que dejaron su huella en el calcio. Uno de ellos fue nada más y nada menos que Gabriel Omar Batistuta, “el Batigol”.
Batistuta nació en Reconquista, Provincia de Santa Fe. A diferencia de otros grandes cracks, no mostraba cualidades para el fútbol. A él le gustaba el basquet y, por su contextura “rolliza” no se sentía apto para jugar a la pelota. Sin embargo, a medida que fue creciendo, sus habilidades comenzaron a emerger y sus potentes disparos llamaron la atención de un cazatalentos rosarino que lo llevó a probarse en Newell’s Old Boys. El resto es historia conocida: un corto paso por el club que lo vio nacer, un fugaz desembarco en River Plate, la llegada al club de sus amores -Boca Juniors- y el despegue de su carrera en la Fiorentina, en Italia.
354 goles en 630 partidos, máximo goleador de la selección argentina hasta el año 2016, cuando fue superado por Messi, y un sinfín de recuerdos memorables en cada cancha que pisó.
“El Bati” es uno de los futbolistas más queridos por la afición italiana. Jugó en Fiorentina, Roma e Inter, antes de concluir su carrera en el Al-Arabi de Catar.
Inter: cuna de jugadores argentinos
Hay un club que durante la segunda mitad de la década del 90′ se caracterizó por incorporar a sus plantillas una gran cantidad de futbolistas provenientes de Argentina. En el Inter de Milán brilló por ejemplo Diego Simeone, que surgió en el club Velez Sarsfield y de allí fue transferido al Pisa Calcio, luego recaló en España y en 1997 regresó a Italia para destacarse en el conjunto milanés.
También hay que destacar a Javier Zanetti, ídolo absoluto de la squadra neroazzurra. El defensor hizo prácticamente toda su carrera en el Inter (es el jugador con más partidos jugados en el club, con 854 presencias) y desde su retiro en 2014 es vicepresidente de la institución.
Esteban Cambiasso, elegante volante central, de toques precisos y exquisita definición, también pasó por el Inter y consiguió 5 scudettos, 4 Copa Italia, 4 Supercopas y 1 Copa UEFA. “El Muro” Walter Samuel, un defensor infranqueable que dejaba el alma en cada partido, jugó casi 10 años en el Inter y antes pasó 4 temporadas en la Roma.
Javier Zanetti fue un extraordinario futbolista que alcanzó la gloria con el Inter de Milán y hoy se desempeña como vicepresidente en la institución.
Los cracks que pasaron por el Parma
El club italiano Parma, fundado en 1913, también albergó a varias estrellas de nuestro país que se desempeñaron en distintos puestos. Por allí pasaron Ariel Ortega, que había llegado de la Sampdoria; Matías Almeyda, aguerrido 5 con personalidad que jugó primero en la Lazio y luego pasó por el Inter; Juan Sebastián Verón, uno de los mejores centrocampistas del mundo y que dejó su huella en Italia jugando no sólo en el Parma, sino también en el Inter, en la Sampdoria y en la Lazio.
Hernán Crespo merece un párrafo aparte. El delantero desembarcó en el club en el año 1996, tras coronarse campeón de la Copa Libertadores con River Plate y permaneció allí 4 temporadas. En el Parma, Crespo ganó 3 títulos y fue uno de los máximos goleadores del conjunto. Su rivalidad eterna con Batistuta, con quien disputaba el puesto de número 9 en la selección albiceleste, se trasladó también a los torneos italianos. Allí era frecuente ver todos los domingos los partidos de la Fiorentina y del Parma para ver quién lograba meter más goles.
Del Parma, Crespo fue vendido al Lazio, donde también tuvo una destacada actuación y luego pasó por el Inter. En el 2004 tuvo una corta experiencia en el Milan y en la Premier League inglesa y terminó su carrera en el Parma.
Crespo marcó un total de 323 goles a lo largo de su carrera como futbolista y hoy se desempeña como técnico de Banfield.
El Pibe de Oro: Diego Armando Maradona
Amado por muchos, odiado por otros, Diego Armando Maradona, considerado el mejor futbolista de todos los tiempos, también jugó en Italia y se transformó en amo y señor de la ciudad de Napoli al jugar en el equipo local y llevarlo a la gloria a fuerza de caños, tacos, jugadas magistrales y goles, muchos goles.
Maradona llegó al Napoli en 1984, tras una corta experiencia en el Barcelona que no dio los resultados esperados. La ciudad entera se conmocionó con su llegada y las expectativas eran enormes. “El Diez” no defraudó. El equipo no venía de una buena temporada, pero con Maradona los éxitos no tardaron en llegar. Dos scudettos, una Copa Italia y una Supercopa Italia lo pusieron en lo más alto del fútbol italiano. Además, la “fiebre Maradona” se expandió cuando Argentina salió campeón del mundo gracias a sus magistrales jugadas.
Todavía hoy, a casi 30 años de su último partido con la camiseta celeste, sigue siendo venerado por los napolitanos que han pintado murales y levantado altares en toda la ciudad en honor a él. Si uno visita Nápoles, podrá apreciar varias de estas obras en las calles.
Maradona jugó en total 188 partidos en el Napoli y convirtió 81 goles, siendo uno de los futbolistas más admirados por los napolitanos y los aficionados en general.
Han pasado varios jugadores desde aquellos comienzos, cuando Julio Libonatti llegó al fútbol italiano. Sin embargo, los futbolistas argentinos siguen deleitando a millones de italianos que disfrutan viéndolos jugar en las escuadras más poderosas del calcio.
