Hasta el día 29 de junio, quienes se encuentren en Buenos Aires podrán participar de la Muestra Itinerante sobre la vida y obra de René Favaloro denominada “La Voz del Corazón”. Dicha muestra se realiza en la sede de la Sociedad Italiana de Berisso, promotora de esta iniciativa, que se ubica en Av. Montevideo N° 841 entre 10 y 11. Los interesados podrán visitar la muestra de 16:00 a 20:30 horas.
La exposición tiene como metas reflexionar y dar a conocer el legado científico y humanista del cardiocirujano, un ícono de la historia de la medicina argentina. La jornada inaugural estuvo encabezada por el presidente de la Sociedad Italiana de Berisso, Daniel Gasparetti, el prosecretario administrativo del Senado bonaerense, Germán López, y el director de la Muestra, Ricardo López Santi, además del jefe comunal.
El evento está auspiciado por el Senado BA, el Consulado General de Italia de La Plata, la Sociedad Italiana de Berisso y la FAILAP (Federación de Asociaciones Italianas de la Circunscripción Consular La Plata).
La familia y los valores
Nacido en 1923 bajo el nombre de René Gerónimo Favaloro, el por entonces futuro cardiocirujano manifestó desde muy pequeño su voluntad de dedicarse al mundo de la medicina. Tal vez, el hecho de tener un tío que era médico colaboró en su deseo.
Su madre era una habilidosa modista y su padre tenía un taller de carpintería. Fueron ellos quienes le transmitieron los valores del esfuerzo y del trabajo. Por su parte, su abuela materna le transmitió su amor por la tierra. A ella le dedicó su tesis del doctorado: “A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca”.
René Favaloro: sus primeros pasos en la Medicina
En el año 1936, René Favaloro entró al Colegio Nacional de La Plata. Allí incorporó y afianzó ideales como libertad, justicia, ética y respeto, entre otros. Luego de la escuela secundaria, ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. Cuando empezó a frecuentar el Hospital Policlínico, su vocación se intensificó aún más. Probablemente, por el hecho de estar en contacto con los pacientes. De hecho, una de las cosas quizá más importantes que aprendió durante sus prácticas fue a respetar a los enfermos, muchos de los cuales provenían de contextos sociales humildes.
Vivir en La Pampa
En mayo de 1950, recibido ya desde hacía tiempo, René Favaloro viajó a Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de poco más de 3000 habitantes en La Pampa. Su tarea fue la de reemplazar al único médico que atendía la población ya que éste se encontraba enfermo.
Al poco tiempo lo acompañó su hermano, Juan José, médico también. Juntos no solo compartieron el trabajo e intercambiaron opiniones sobre los casos más complicados, sino que, además, lograron que la comunidad cambiara de actitud y corrigiera su conducta. De este modo, se consiguió que desapareciera, casi en su totalidad, la mortalidad infantil de la zona. También, se redujeron las infecciones en los partos y la desnutrición. Se organizó un banco de sangre viviente y se realizaron charlas comunitarias.
El gran aporte de René Favaloro
Cada tanto, Favaloro volvía a La Plata para actualizar sus conocimientos. Con el tiempo, se fue interesando cada vez más por la cirugía torácica. A comienzos de 1967, el doctor evaluó la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria (las venas safenas son unos vasos sanguíneos situados en los miembros inferiores que permiten que la sangre desoxigenada regrese al corazón).
En mayo de ese año, encontrándose en Estados Unidos, el médico llevó sus ideas a la práctica. La estandarización de esta técnica, llamada del bypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el trabajo fundamental de su carrera. Todo se encuentra detallado en su libro “Surgical Treatment on Coronary Arteriosclerosis” (que fue publicado en 1970 y editado en español bajo el nombre de “Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria”).
El legado del cardiocirujano
En 1971, Favaloro volvió a la Argentina. Tenía el sueño de desarrollar un centro de excelencia que combinara la atención médica, la investigación y la educación. Con ese objetivo creó, en 1975 junto con otros colaboradores, la Fundación Favaloro.
Más tarde, en 1980, dio origen al Laboratorio de Investigación Básica, que dependía del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro. Luego, pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas, que, a su vez, dio lugar, en 1998, a la creación de la Universidad Favaloro.
Un triste adiós
En el 2000, mientras el país se encontraba atravesando una notoria crisis a nivel general, René Favaloro se quitó la vida, agobiado por una complicada situación financiera. De hecho, en una de las cartas que dejó, decía que había tomado esa decisión por la gran deuda que mantenía con diferentes bancos y organismos.
Hoy en día, Favaloro es recordado como el hombre que revolucionó la cardiología y sigue siendo un ejemplo no sólo para los estudiantes de disciplinas vinculadas a la salud sino para todo el pueblo argentino. Sin dudas, un verdadero ícono de la historia de la medicina mundial.