¿Sabías que Argentina no solo cuenta con una Biblioteca Nacional sino que además posee una Biblioteca Nacional de Maestros? Es una institución referente de toda la comunidad educativa argentina. Tiene el objetivo de construir puentes, escenarios de formación y acceso al conocimiento mediante sus servicios intra y extra bibliotecarios. El pasado 15 de enero cumplió 151 años. Por lo tanto, en esta nota, entrevistamos a uno de sus bibliotecarios para que nos cuente su historia y su funcionamiento en la actualidad. Acompañanos en este recorrido a través del tiempo y del espacio de la Biblioteca Nacional de Maestro.
Allá lejos por 1870
La Biblioteca Nacional de Maestros es fruto del proyecto modernizador llevado a cabo por la generación del ‘80. Dicha generación se caracterizó por poner en el centro al sistema educativo. Por lo tanto, impulsó la alfabetización, la construcción de instituciones educativas, la formación del personal docente, la compra de libros y material didáctico, el estímulo de la lectura y la creación de bibliotecas. Además, se erigió como la base de la gran transformación social de la Argentina moderna. En este marco, corría el año 1870 cuando el presidente Domingo Faustino Sarmiento estableció la conformación de una Biblioteca y Reparto de Libros que, más tarde, se llamaría Biblioteca Nacional de Maestros.
En un primer momento, la Biblioteca se ocupaba de tramitar el canje y el despacho de suscripciones y publicaciones oficiales. ¿Dónde estaba su sede? En una dependencia del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, en la Casa de Gobierno. Su primer director fue Clodomiro Quiroga. A partir de ese momento fundante, la Biblioteca Nacional de Maestros fue creciendo, cambiando de directores y adaptándose con el paso del tiempo. Sin embargo, siempre acompañó al sistema educativo, el cual había sido su cuna.
La Biblioteca Nacional de Maestros: sus áreas y servicios
Al igual que muchas bibliotecas, la Biblioteca Nacional de Maestros tiene diversas áreas y servicios que pone a disposición del usuario. Por un lado, la Sala de Lectura cuenta con un espacio apto para 130 lectores, destinada a la consulta de los más de 130.000 volúmenes dispuestos en estantería abierta. La colección está formada por materiales pertenecientes a diversas temáticas: humanidades, ciencias sociales y, claramente, educación. Asimismo, la Biblioteca posee una sala específica reservada a investigadores de la educación y de las ciencias sociales. Se trata de la Sala Americana. Aquí se encuentran las colecciones históricas: las obras de Sarmiento, colecciones de literatura universal, atlas y planos de diferentes épocas, informes de viajeros, manuales escolares, entre otros ejemplares.
La Sala del Tesoro y el Centro de Documentación
La BNM también dispone de una hemeroteca y una mediateca donde se pueden consultar publicaciones periódicas y recursos audiovisuales, respectivamente. Además, una sala importante en la BNM es aquella que atesora el fondo antiguo. Se trata de la Sala del Tesoro cuyas obras son la colección más valiosa constituida a lo largo de más de un siglo, obras editadas con anterioridad a 1810 y la colección personal de libros de Leopoldo Lugones. ¿Quiénes pueden consultar los materiales de esta sala? Solo investigadores acreditados y su consulta está sujeta a aprobación por Dirección. Por último, la BNM es sede del CeNIDE (el Centro Nacional de Información y Documentación Educativa) que brinda acceso a más de 30.000 documentos producidos por el Ministerio a lo largo de su historia.
La Biblioteca Nacional de Maestros en tiempos de COVID-19
Alejandro Micalucci es bibliotecario recibido en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nro. 8 (La Plata). También es Licenciado en Museología y Repositorios Naturales y Culturales por la Universidad Nacional de Avellaneda. Primero, trabajó en diversas bibliotecas escolares, universitarias y populares. Cuando surgió la oportunidad de ingresar a la Biblioteca Nacional de Maestros no lo pensó dos veces. En 2010, ganó el concurso del cargo que ocupa hoy en día. “Me interesaba trabajar en una biblioteca pública de carácter nacional y el proyecto de la BNM es muy completo. Acompañamos las políticas educativas y sobre todo el desarrollo de las bibliotecas escolares. Éstas son imprescindibles para formar lectores y usuarios de bibliotecas desde los primeros años. Asimismo, forman a los estudiantes para que adquieran habilidades de búsqueda, consulta, uso y transmisión de la información”.
La mirada de uno de sus bibliotecarios
Debido a las medidas preventivas anunciadas por el Ministerio de Educación de la Nación respecto de la situación epidemiológica del coronavirus, la Biblioteca Nacional de Maestros permaneció y permanece cerrada. Sin embargo, siguió funcionando y se incrementaron los servicios virtuales. “Por un lado, nuestro catálogo se ha preparado como plataforma de recursos y muestra los registros que tienen objeto digital asociado. Asimismo, a los canales de comunicación habituales (correos electrónicos y redes sociales), se incorporó un chat en línea en la página de la BNM”.
“Para fomentar la lectura, se realizó un convenio con la Cámara Argentina del Libro. De esta forma, surge ‘Leer en casa’, una plataforma de libros electrónicos con acceso libre y gratuito”, explica Alejandro. Y añade “también dictamos cursos de capacitación para bibliotecarios escolares desde la plataforma del INFoD. La popularidad fue tanta que los dos cursos dictados tuvieron alrededor de 4000 inscriptos cada uno. Por último, realizamos una serie de videos para ofrecer visitas guiadas virtuales”.
¿Qué nuevas herramientas crees que van a permanecer en la “nueva normalidad”?
“Considero que todas las herramientas que utilizamos van a mantenerse porque sirven para el carácter federal de la BNM. Por ejemplo, las plataformas de videoconferencias y el canal de Youtube nos permiten llegar con las actividades a todo el país, sin necesidad de los traslados de los docentes y bibliotecarios. Así, alcanzamos mayor cantidad de asistentes y capacitamos en forma remota a un número importante de personas. Del mismo modo, tener nuestro centro de recursos es útil para la ciudadanía en general y para los docentes, estudiantes y bibliotecarios en particular”.
La Biblioteca Nacional de Maestros se mantiene viva
Si bien la Biblioteca Nacional de Maestros se mantuvo cerrada durante la cuarenta, su corazón siguió latiendo en cada actividad realizada por sus profesionales. No olvidemos que su objetivo es la democratización del acceso a la información, mediante sus colecciones (digitales y analógicas) y a través de los distintos cursos de formación destinados a los usuarios y bibliotecarios. Sea en la presencialidad o en la virtualidad, la BNM sigue cumpliendo con su misión: incrementar, preservar, conservar, registrar y poner en valor la memoria de la educación argentina. Asimismo, difunde la producción bibliográfica y documental del Ministerio. De este modo, la BNM subraya el rol de la biblioteca pública y vivifica el valor primordial de las bibliotecas escolares de nuestro sistema educativo.
El rol de las bibliotecas en la actualidad
Durante la pandemia, quedó en evidencia la importancia de los bibliotecarios como profesionales de la información. Sus labores no se limitan -como podría pensar erróneamente la opinión pública- a las tareas que puedan realizarse dentro del espacio físico de la biblioteca. Hoy, en la era de la virtualidad, los bibliotecarios son verdaderos promotores culturales, profesionales capacitados en las herramientas informacionales, digitales y tecnológicas. Lejos de verse minimizadas por las pantallas, las bibliotecas han sabido resurgir y reinventarse. El soporte material ha evolucionado a lo largo del tiempo: desde el papiro hasta el formato digital. Lo mismo sucede con la biblioteca y sus bibliotecarios, que defienden su lugar en este mundo vertiginoso que estamos transitando.
Autor de la imagen de portada: Facebook Biblioteca Nacional de Maestros
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