Recordado por Salsa Criolla, Los Productores, Candombe nacional, Pingo Argentino, Serenata Argentina, Otra vez sopa, y tantas otras obras. Su gran monólogo “Quedan los artistas”, su voz inconfundible, su rapidez al hablar y su risa jocosa quedarán grabadas para siempre en la memoria de los argentinos. También fue guionista, escritor, humorista, actuó en cine y televisión. Criticó la realidad argentina como nadie, con mucha inteligencia y altura. Estamos hablando, nada más y nada menos que, de Enrique Pinti, quien falleció esta mañana a la edad de 82 años. Toda la escena nacional está de luto. En itBuenosAires queremos rendirle homenaje, como él se lo merece, recordando su vida y su trayectoria.
Un tal Enrique Pinti
Nació con el nombre de Enrique Alejandro Pinti. A diferencia de otros grandes artistas de nuestra escena porteña, su nombre artístico fue su nombre y apellido. Sin cambios. Esa sería la marca registrada de su éxito. Nació en Buenos Aires un 7 de octubre de 1939. Esta ciudad sería la testigo de su crecimiento artístico y profesional. En Buenos Aires también murió una triste madrugada del 27 de marzo de 2022. Estudió castellano, literatura y latín. Dichos estudios dejaron una marca imborrable en todas sus producciones. Todo aquel que vio alguna creación de Enrique Pinti reconoce que era algo más que un simple cómico. Su formación humanística marcó su carrera y todas sus obras. Libriano como pocos. No le hizo asco a nada. Además de ser actor para películas para adultos, también incursionó en el teatro infantil.
El Señor del teatro
Comenzó a trabajar a muy temprana edad, a los 19 años, en el Nuevo Teatro. Era una compañía independiente. Sus inicios marcarían toda su trayectoria. A finales de la década del 50′, participó con un pequeño papel en la película El secuestrador, protagonizada por el mismo Leonardo Favio y María Vaner. Se dio el gusto, además, de reversionar el clásico y tradicional argentino de literatura gauchesca, Don Segundo Sombra, de Ricardo Guiraldes. En 1967, escribió la comedia musical Mi bello dragón donde el mismo Enrique Pinti interpretaba el rol del dragón. Se estrenó en el Teatro Apolo que, en ese entonces, había remodelado y abierto nuevamente al público. El año 1973 fue un momento bisagra en su carrera profesional.
Durante la década del 70′ nacieron muchos de sus famosos unipersonales, donde la sátira, el humor, la acidez y la crítica reflexiva eran los verdaderos protagonistas. Bajo la máscara de la ironía, Enrique pronunciaba en voz bien alta y con una rapidez increíble el pensamiento de la sociedad. Nada quedó fuera de su manto: la realidad social argentina y mundial fueron los grandes ejes de sus monólogos. Asimismo, su amor por los musicales necesita un capítulo aparte. Trabajó en diversas adaptaciones de dramas extranjeros como Filomena Marturano, Los Locos Addams, Chicago, Los Productores (junto al gran Guillermo Francella) y Hairspray. En esta última obra, Enrique se puse en la piel de Edna, rol que el mismo John Travolta había interpretado en la versión cinematográfica.
Pinti y Gasalla
Una amistad entrañable fue la que mantuvo Enrique Pinti con otro grande de la escena porteña, Antonio Gasalla. Junto a Antonio y al uruguayo Carlos Perciavale, Enrique es considerado uno de los mayores exponentes del café concert del Rio de la Plata. Salsa Criolla, Candombe Nacional y El Infierno de Pinti son algunos ejemplos. Durante la década del 80′, Enrique y Antonio trabajaron codo a codo. De hecho, fue el mismo Pinti quien le escribía los libretos a Gasalla para algunas de sus obras. Por otra parte, en 1982, bajo la dirección de su amigo y colega, Enrique estrenó una de sus obras más histriónicas, Pan y Circo. Allí interpretaba a diversos personajes emblemáticos y también curiosos de la historia de la humanidad como Nerón, el emperador romano, o la Reina Isabel. Gracias a dicho espectáculo, fue invitado al Festival Latinoamericano de Teatro de Nueva York.
El cine y la televisión también fueron su casa
Es imposible negar que Enrique Pinti haya sido un hombre nacido para el escenario. Sin embargo, la luz de las cámaras de la televisión y el cine también le hacían justicia. Si bien en la televisión inició a la edad de 36 años, rápidamente se adaptó a la velocidad de la “caja boba”. Participó como actor, guionista y también conductor. No podemos olvidarnos, además, de sus geniales intervenciones como jurado en la segunda temporada del programa “Tu cara me suena”, conducido por Marley.
En cine, comenzó actuando -con un rol chico- en El Secuestrador, en 1958. Tenía apenas 19 años. Fue su primera película pero no, la última. En la escena cinematográfica pudo codearse con otros grandes del cine como Luis Brandoni, Ana María Campoy, Héctor Alterio, China Zorrilla, Betiana Blum, Ricardo Darín, entre otros. También se reencontró con su amigo y colega Antonio Gasalla. Su última aparición en la pantalla grande fue en El asesor (en 2015), donde interpretaba a un asesor de imagen de un político.
Enrique Pinti: el hombre de las mil máscaras
Su amigo, el director teatral Carlos Rottenberg pronunció una gran verdad. “Es paradójico que en el día internacional del teatro haya fallecido Enrique”. Y no podemos estar más de acuerdo. Enrique trabajó hasta sus últimos días. De hecho, estaba desarrollando un nuevo espectáculo que prontamente se iba a estrenar y había pedido expresamente que le acercaran el libreto al sanatorio. Nos quedamos con esto: con su trabajo incansable, su humor, su crítica siempre reflexiva de la actualidad y su carisma.
Sería imposible desarrollar toda la vida y trayectoria de este gran personaje de la escena nacional en una sola nota. Ya realizar un recorte es totalmente injusto. Quedan sin nombrar muchos hitos de su carrera profesional. De todos modos, invitamos a los lectores a googlear a Enrique Pinti en internet, descubrir sus múltiples facetas y transmitir a la generaciones más jóvenes el legado de esta leyenda que hoy “se fue de gira”. ¡Hasta siempre, Enrique!
Autor de la imagen de portada: Facebook Episteme Conocimiento Verdadero
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